Rubén Cantú Chapa
El Centro Histórico, crisol de los movimientos sociales, continúa mostrando la esencia de los diversos acontecimientos de la población. Unos, en lugares de menor dimensión e intereses propios; otros, en escenarios mayores con impactos distintos que reivindican las clases y sectores sociales que representan.
Ahí se realizan nuevas facetas de hechos insólitos. En los espacios menores reclaman privilegios mal habidoscaracterizados en la época neoliberal, mientras en los de mayor amplitud exigen por la desposesión de que fueron objeto, tantos años de saqueo en sus propiedades comunales o privadas, como el despojo de sueldos y salarios mal pagados, apoyados por leyes y reglamentos a modo de los grandes intereses del capital.
El esfuerzo del gobierno, perseverante en un cambio que representa históricamente la Cuarta Transformación en la vida de nuestro país, no resulta fácil como lo difícil que fueron las tres anteriores, con la diferencia de que ahora va por la vía pacífica y se insiste en este camino.
En todas las etapas que ha vivido nuestro país han pasado necesariamente por el papel y memoria del Centro Histórico.
Ahí impactaron las crisis históricas del liberalismo y los cambios en la función del Estado, así como las actividades de la propia sociedad al pasar delinmovilismo cívico a la cultura de la acción política. Lossitios urbanos patrimoniales depositarios de la historiaadquirieron un nuevo papel ahí donde se guarda lamayor parte del pasado cultural e identidad nacional,al modificar su misión urbana a espacio actor crítico. Elcarácter del Centro Histórico, de protagonizar la problemática social, expresado con las frecuentes manifestaciones de organizaciones civiles y las dificultades de la economía con el incremento delcomercio ambulante, transformó el ambientesociourbano del lugar central de la metrópoli y puso en entredicho las estrategias del Estado al nivel nacional y metropolitano. El protagonismo crítico del Centro Histórico se da en el ambiente sociourbano delpatrimonio histórico de la ciudad como elementosclaves de análisis ambiental urbano.
El Centro Histórico de la ciudad de México tiene lamisión urbana de ser el sitio de la metrópoli queaglutina el mayor número de edificios históricospatrimoniales.
Es de los primeros espacios creados en la capital del país que ha protagonizado, a la fecha, la cultura urbano-arquitectónica y los poderes políticos administrativos, económicos e ideológicos desde laformación de los Estados precapitalistas y capitalistas.Ha sido la expresión y dimensión material e ideológicadel Estado y de los sectores y clases sociales dominantes, periodo tras periodo, así como el lugar de las grandes contradicciones sociales de cada época.En las últimas décadas, uno de los procesos culturales que ha mostrado el Centro Histórico ha sido el protagonismo crítico, debido a que irrumpe en la vida social, política, económica y cultural como espaciourbano actor de los grandes problemas nacionales ycitadinos de la ciudad de México.
Los testimonios imborrables del Centro Histórico seubican en la lógica de con- tenido de lo urbano-arquitectónico, además de ser el espacio donde estánpresentes los que deciden sobre los mayoresproblemas nacionales. Es el lugar donde el Estado hamostrado su poder en toda su magnitud y continúahaciéndolo sobre la resistencia de la sociedad civil,pues su hegemonía manifiesta un sinnúmero deacciones y prácticas políticas, sociales y económicas.También es el territorio donde el Estado conserva el ámbito para los actos sociales que derivan de las fechas históricas, por motivos tradicionales y folklóricos, como son las fiestas patrias o las costumbres navideñas, que puede realizar bajo su dirección y orientación sin interrupción de ningunaespecie.
Sin embargo, y apenas hace unas décadas, la esenciaque adquirió recientemente el Centro Histórico empezóa rebasar la condición del espacio depositario de lahistoria y el lugar donde se guarda la mayor parte delpasado cultural de la ciudad y la nación, así como elsitio donde residen los diversos poderes fácticos.Superó el carácter de antaño y apareció el surgimientode una identidad sociourbana fundamentada en elprotagonismo crítico del Centro Histórico y en elsurgimiento del medio ambiente sociourbano comoresultado de los cambios en la economía, las prácticaspolíticas y el ingreso del país en el proceso deglobalización y en el que ahora ahí, se expresan losproblemas más agudos del país. Ese entornosociourbano, territorio-sociedad, emergió, no sin lacreatividad que resultó de la actividad y la movilizaciónsocial en el sitio.
La sociedad civil empezó a manifestarse y a mostrarcada vez más su poder desde la década de losochenta, aunque sus inicios fueron a fines de lossesenta (1968), hechos que continúan hasta nuestrosdías. Por momentos determinados y coyunturales,viene a contender con el Estado en su hegemoníasobre el lugar central del país. A la propiedad privada o del Estado, del suelo urbano del Centro Histórico, que muestra funciones económicas, políticas y sociales del pensamiento dominante, se le oponen diversas formas de apropiación pública de las clasessubalternas, bien con la toma de los espacios abiertosa través de los plantones, marchas y mítines, o pormedio del comercio.