Rubén Cantú Chapa
Centro Histórico, corazón y cerebro de la Cuarta Transformación
Durante más de tres décadas en el Centro Histórico se protagonizaron severas críticas al Estado neoliberal con los ascendentes movimientos sociales de base urbana.
Aparece con este proceso social un Centro Histórico, sociedad y territorio, que criticó duramente al Estado mexicano desde antes de 1968 en un ambiente socio urbano, cultural, político, patrimonial de identidad nacional. Surgió un espacio actor de los problemas sociales locales y nacionales.
Afloró un rescate político y social del Centro Histórico distinto al criterio oficial y a la visión de las academias de preservar el área urbana central. Emergió del espacio tradicional de poder: el rescate por las clases y sectores sociales en un ambiente socio urbano democrático inédito.
Este lugar de la metrópoli progresaba como espacio crítico del sistema imperante porque cuestionaba el estatus de varias décadas para convertirse en crisol de los movimientos político, social y cultural del país.
Hoy el espacio patrimonial cultural y político del Centro Histórico, en un acontecimiento nuevo de las últimas décadas, germinó el “Zócalo Democrático” como el corazón y cerebro de la Cuarta Transformación (4T) nacional y del perseverante e incansable presidente Andrés Manuel López Obrador.
Centro Histórico, siempre espacio crítico
En el espacio patrimonial y cultural del Centro Histórico capitalino, se han presentado diversos acontecimientos en las décadas recientes. Se ha desenvuelto un hecho histórico relacionado con la impugnación al sistema político y al modelo de desarrollo neoliberal. Este espacio asume la categoría de ambiente sociourbano: territorio de manifestación cultural, patrimonial y de identidad nacional que protagoniza los problemas sociales y políticos.
Se presenta como un lugar difícil de rescatar, salvaguardar y restaurar, acorde con las recomendaciones de los organismos nacionales e internacionales. Sin embargo, aparece un rescate social y político del Centro Histórico distinto a la visión de las academias; un criterio oficial de espacio tradicional de poder. El rescate de la sociedad civil reveló un ambiente sociourbano inédito.
El quehacer crítico del Centro Histórico tiene su origen al cuestionar al urbanismo y demás disciplinas del conocimiento, porque da seguimiento a la gestión ambiental de los valores políticos, sociales, económicos y culturales. Es crítico porque cuestiona el estatus de varias décadas y presenta la posibilidad de alternativas que mejoren las condiciones de vida del país mediante la real participación social y organización política de la sociedad. El Centro Histórico seguirá siendo siempre el mayor espacio crítico.
Reitera el poder político de las mañaneras
El poder político de las conferencias mañaneras desde el Centro Histórico de la Ciudad de México ha demostrado ser un valladar infranqueable contra los intentos de regresar al pasado conservador de 36 años de duración, más que la etapa porfirista que se creía superada. El Centro Histórico ha sido un espacio crítico clave de la vida política y económica del país.
El periodo neoliberal de gobierno de más de tres décadas creó su contrario con la puesta en venta de los bienes de la nación conseguidos por la Revolución de 1910 y la Constitución Política de 1917, con actos de corrupción, rematando las propiedades de la nación y dando lugar a la impunidad de manera inédita. Este hecho de descomposición social y quebranto económico y político de la República gestó la necesidad de renovación y reconstrucción nacional mediante la Cuarta Transformación, después de las anteriores: la Independencia, la Reforma y la Revolución.
Estas fueron violentas en todo el país, de igual forma se desenvolvió en el territorio nacional, pero de manera pacífica, como se está afianzando desde el corazón y cerebro de Centro Histórico, y consolidando con el poder de convocatoria a nivel nacional de las mañaneras, donde a unos pasos tuvieron lugar grandes concentraciones populares.
Los edificios contribuyen a la contaminación
La degradación del medio ambiente urbano no sólo es un problema físico, sino también social. Existe una relación entre la actividad inmobiliaria y el ambiente existente, lo mismo sucede con el cambio climático.
La actividad física inmobiliaria tiene determinado vínculo con la vida humana. Mientras más elevados sean los edificios, bien en el Paseo de la Reforma o alrededor de Santa Fe, más aumentan los índices de contaminación del aire.
Pareciera que la elevación de las nuevas catedrales del capital financiero marca los niveles de polución atmosférica del valle de México, y su dimensión territorial está en la cantidad de municipios conurbados.
El cambio climático también tiene varias expresiones en la vida de la metrópoli, como en el resto de las grandes ciudades. Lo físico impacta en lo social en la medida que aumenta la urbanización; modifica el clima como sucede con el ambiente sociourbano por la aglomeración humana. Exhibe sin reserva los nuevos templos del capital y su impacto en el ambiente climático como se muestra en el resto del mundo. Habla por sí sola la feroz competencia del mercado y continúa la carrera de un centro urbano inmobiliario.
La historia pasada y presente, como la arquitectura y el urbanismo, pasan necesariamente por el Centro Histórico, lugar de identidad de la nación mexicana.